jueves, marzo 07, 2013

Oda al Síndrome de Fiestita Infantil



¿Por qué a la gente le gustan los payasos?
Todas las semanas, desde hace muchos años, recibo un correo tuyo en mi bandeja de entrada. Ya es una suerte de costumbre, una ley amical que no se ha roto. Una ley que finalmente, agradezco. No es que todo sea paz y amor entre tú y yo. Ni tampoco que hablemos de las cosas más interesantes del mundo. No es que siempre me encuentres de buen humor –aunque he mejorado, no?-. Yo creo que la constancia de nuestra amistad, através de todos estos años te la debo a ti. A tu terquedad, a los sueños compartidos, a nuestros conteos 24-27-30..., a tu aguante y obvio, a tu ánimo romántico casi hollywoodense que suelo criticar –y varias veces aplaudirlo en secreto, porque me recuerda a mí-.
Ahí están, mariposas en el estómago.
Hace unos días recibí un email tuyo. No era de los felices, era de aquellos otros. Y entre muchas cosas me decías, con fuerza: “Deseo volver a sentir mariposas otra vez”. Cuando lo leí, mi cabeza y mi corazón tuvieron que empezar a sincronizarse. Quería darte la mejor respuesta a tus deseos, a tus pedidos, a todo lo que me decías. No sé si para bien o para mal, pero atiné a escribirte: “Ten calma, esas cosas llegan”.

Quiero agregar solo dos puntos a esa respuesta. El primero, dedicarte mi teoría sobre "las mariposas" que escribí a fines del año pasado:



La Sensación de Mariposas (llamada también Síndrome de Fiestita Infantil*, Cosquilleo Rostemberg y conocida antiguamente como Troquelado Imperante Linfático) es un síndrome  lleno de sentimientos encontrados que combinan la felicidad, el estrés, etc. Los efectos constituyen  sudoración a veces notoria, localizada en las axilas (no existe chuño, limón ni bicarbonato que lo controle), espalda, manos y alrededor de la nariz (en todo el cuerpo, dependiendo del grado). Es acompañado también de dolor de estómago a manera de gases y con ganas falsas de ir al baño. El síndrome ha sido detectado en niños tímidos, con escasas relaciones interpersonales y educados en colegios parroquianos (no mixtos).

* Término acuñado por RBP y SBP.

Mi LP de Yolita.
Luego pensé en posibles escenarios, se me ocurrieron las siguientes:
·         Fiestas infantiles: Básicamente celebradas en El Rancho y animadas por: el Loro Lorenzo acompañado de su fiel y blonda partner Mirtha Patiño, Yola Polastri o el recordado payaso Zapatón (llegaba tocando su trompeta, dicen que la misma Susy la usa ahora).
·         El momento de la piñata: Tenía miedo a esa canción que acompañaba el ritual. Una que dice  Rom que Rom que rompe la piñata, para mí era el preludio de algo terrible.
·         Saludo a desconocidos: Odiaba saludar a todos los tíos, tías, abuelos, bisabuelos, tíos abuelos y familiares desconocidos en las reuniones. Todos te decían: No has crecido mucho, Qué gordita que estás hijita, eres igualita a tu papá. Ahora me dicen casi lo mismo y agregan las dos clásicas preguntas: ¿Ya te casaste mamita? ¿Cuántos hijos tienes?



Un clásico las fiestas en el Rancho.
·         Otros momentos: entrevistas de trabajo, sustentaciones de tesis, desnudarte, el primer beso, bailar un “lento” a los quince, una mirada fortuita, entre otros.

Ya para terminar vuelvo a repetirte: “todo llega en el tiempo indicado”. Te lo digo de sobra, conocemos bien el camino para hacerlo. Ya lo hemos hecho algunas otra veces. Espero los demás entiendan la sencillez de mis palabras y que lo dicho fue con el máximo amor del mundo. Y cuando las escribí te visualicé inmensamente feliz, dando brincos –no posibles en un mundo real, pero si en mi concepción particular de vida- y con rayos luminosos emanando de ti. En mis deseos, eras un mix entre He-Man, Gigi y la Mujer Maravilla. Así será. Ya vas a ver.
 


Y obvio, Lady Oscar.

 

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