domingo, mayo 06, 2012

¿Dulces Dieciséis?



Devota y absolutamente fanática tuya. Te adoro.

La ausencia prolongada de mi blog se debe a un par de motivos: primero, no sé cómo narrar este capítulo de mi vida. Siento que al abrir el Diario 1994 voy a tener en mi cuarto, caminando como en una Sala de Espera, a todos mis amigos, profesores (uno en especial), mi familia y las monjas, mirándome felices y otros empinchados reclamándome por haberlos sacado de ese mar de letras.

El otro motivo de mi ausencia es que me resisto a darle fin a este blog. Cuando lo inicié dije que los 18 años serían mi tope. Y en esta historia, ya estoy próxima a cumplirlos. 1994 es uno de los años más felices de mi vida. Sentía que podía ir por el mundo y hacer felices a todos. Sentía que brillaba como nunca antes, que había llegado a la cima de todo y podía cantar y bailar sin detenerme jamás. Claro está que mientras más arriba llegas, las caídas siempre son más fuertes. Y quienes estuvieron a mi lado esos meses, lo saben de lejos.

Octubre 1, 1993
Terremoto en India con 30 mil muertos. En unos días será el fin de la novela El Dueño del Mundo y empezará Calígula. Quiero verla. Se ven todos churrasos en sus motos. Te cuento que no voy a ir a ver Michael Jackson, me quiero morir. Dicen que quizás no venga. Ha salido en El Comercio como será el concierto. ¿Puedes creer que saldrá del piso? En el Estadio Nacional. Ojalá todo cambie y pueda ir. Ya son las 5:30 y ahorita estoy echada mas aburridaaaa que nunca y lloro. Si me preguntasen ¿Qué haces ahora? Yo diría:
Fragmento de mi diario.
Sueño despierta
Sueño dormida
Tengo sueños, pero

Son sueños sin vida.
Y tengo vida… Gracias a Dios
Y tengo padres y hermana y
Todo…
He sido reina,
Cantante y hasta oradora
Mi vida es fantasía
Pero es marrón.
Tengo problemas, un radio y nada más.
Vivo en mi mundo Bello y feo,
Blanco y negro.
Tengo 16 lindos, tristes y alegres años.
Lloro ahora y no se porque.
Es “típico” dicen.
Alegro la vida de medio mundo,
Y de esa que se llama Sandra
¿Quién le alegra la vida a ella?


Estando ya más tranquila, esta historia aburrida termina en el principio… volviendo a soñar despierta o quizás dormida, tengo sueños pero son sueños sin vida.

Noviembre 1, 1993
Mi hermana dice que me odia. Que nadie quiere ser mi amiga y que las personas me chotean por que soy aburrida. El corazón me duele a diario y lloro en el colegio.

Noviembre 24, 1993
Un año más a la memoria del gran Freddie Mercury. Te recordaré en cada canción, todo lo que yo cante lo cantaré para ti. Espérame allá arriba. Y como te quiero hasta el cielo, mi cariño y admiración llegarán rápido. Vi tu concierto en Wembley. Eres lo máximo y aunque no estés, lo sigues siendo. We are the champions.

Si hubiera una Máquina del Tiempo, iría a un concierto de Queen.

Cerraba mi año escribiendo:
En resumen ha sido un año favorable en los estudios, pero de lo peor en el aspecto sentimental. Si me preguntan si me divertí, sólo cuando estuve en la fiesta de quince años de mi amiga Raspita, bailando con el rubiesito amigo de mis primos. Espero que el año que viene sea mucho mejor, con mucha salud, mucho trabajo, que este muy bien en el colegio y en lo otro también. Que Dios nos bendiga.

TOMO V: 1994

Febrero 26, 1994

MJ iba a venir a Lima en 1993. Recuerdo que con una compañera
del cole, K.C., imaginábamos que estábamos en
pleno concierto.
Es increíble que en mi diario haya preferido registrar las broncas con mi mejor amiga, en lugar de documentar las hazañas y desamores de mi amigo imaginario Kevin Arnold en Los Años Maravillosos. La serie llegó a su fin a finales de febrero, e inmediatamente, justo en mi primer día de colegio, Mónica Santa María se suicidaba de un balazo en la boca. Se hizo el sándwich más grande del mundo en la Vía Expresa. Peleaba con mi hermana como para querer matarla. Pero el día en que se chancó el dedo y se desmayó, sentí que me moría. Quería irme de la casa. Me enamoraba nuevamente. Me escogieron presidenta del salón. Empezaba mi confirmación, por lo que mi círculo amical masculino se empezaba a ampliar. Nuestra casa acogía a una nueva amiga, Luciana se llamaba, lo que causaría una revolución en mi vida. Las cosas en el trabajo de mi papá seguían mal. Seguía sin tener novio mientras todas mis amigas iban ya a fiestas, chupaban, fumaban y chapaban. Yo ni siquiera había dado mi primer beso. Curiosamente mantenía mi fervor religioso y abriendo Abril, me ofrecí a Dios.

Diosito, Santa Rosita, San Judas Tadeo y San Martínsito, les ofrezco estos cuatro sacrificios, me cuesta muchísimo hacerlos. Quiero que las cosas vayan mejor. Quiero dar mi primer beso. Quiero tener novio como mis amigas y que mis papas me dejen ir a fiestas. Les ofrezco lo siguiente a cambio:
No jugaré Nintendo.
No leeré El Libro de los Sueños, me han dicho que es pecado así que no lo haré.
No veré películas en mi VHS. Lo voy a guardar.
No comeré mantequilla nunca más.
Amén.

domingo, enero 15, 2012

El amor de Dios ¿Es maravilloso?

Por aquellas épocas, leía la biblia siempre.


"Este diario es propiedad privada de Sandra L. Bustamante Parodi.
Aquí se revelan cosas q' quizás, perjudiquen a muchas personas.
Por lo tanto, se considerada (o) y no lo abras, si ella no te lo permite"
Sandy
Corría 1993. Por estas épocas, mi catolicismo era elevado. Las tiendas por departamentos como Ripley o Saga, creo no existían (al menos yo no las conocía) y me iba de shopping al Mercado de Magdalena o a Galerías Monumental de Breña. Y cuando me quería pituquear, iba a Polvos Rosados o Polvos Morados (jamás Azules). Por estas épocas me preocupaba tener una gran cantidad de chupones en el cuello –medía tu popularidad en cierta forma-, era una especie de moda rara donde cada chupón, dependiendo del color, significaba algo. Me angustiaba el hermetismo de mi hermana. Me hacía patalear la poca libertad que mis padres me daban. Fue memorable ver Pesadilla 6 con mi hermana en el Cine Orrantia en 3D. Descubrí que no quería tener enamorado, nunca más en mi vida. Murió el abuelito de Rosella. Murió Cantinflas, el humor está de luto, escribí. Murió la narradora de noticias Claudia Zavalaga. El hipermercado Metro estaba de moda.
Sobre mi catolicismo, debo aceptar que los dos últimos años en los colegios de monjas, estaban dedicados a afianzar nuestro acercamiento divino. Para algunas podía resultarnos gratificante, para otras era un sincero martirio. Más allá de hacernos caminar en procesión en los meses de Mayo, hacer el Vía Crucis e interrumpir clases para los cantos marianos, habían dos retiros espirituales en cuarto y quinto de secundaria. Para ser sincera, esperaba estos momentos ávidamente. Primero, porque no hacíamos clases y me fascinaba cantar. Segundo, porque ir de retiro era como irte de viaje a Miami o Punta Cana con todas tus compañeras de colegio.  
La moda de los chupones, horrorosa. Pero como la moda no incomoda, yo llevaba casi una decena de estos en el cuello
Y no puedo negar que mi fervor religioso por esas épocas era completamente cerrado y bello. No pienso despotricar de esos tiempos porque fueron maravillosos. Eran sencillos en el sentido que mis problemas los arreglaba leyendo la biblia, leyendo Corintios o el Cantar de los Cantares. Escogía lecturas al azar, concentrándome y siempre llevaban mensajes que acertaban con los problemas de mi vida (casi siempre de corte amoroso, siempre en realidad). Era feliz yendo a misa, a paraliturgias, procesiones, orando, rezando el rosario por las noches, cantando Pescador de Hombres, intercambiando conversaciones con las religiosas. Alcanzar la gracia y la perfección en Cristo, era algo que buscaba con constancia y ceguera. Yo quería ser perfecta y sentir a Dios a mi lado.
Corría el 2 de Julio de 1993 y escribía estas líneas:
En la tarde me fui al retiro. Había otros dos colegios en la casa que era inmensa. Nos han quitado los relojes. Carla Castro dormía con un pijama igual al de mi abuela. Al día siguiente me bañe con agua fría. Ya en la tarde me estuve convenciendo que Dios me ama y que tengo que recompensar ese amor. Tiraron a Katherine a la piscina y Carla como era su amiga, se tiró sola. En la noche se hizo una fogata. Leí las cartas de mis amigas y fue muy triste. Llegué a Lima y seguía llorando. Así eran los retiros, lloraaaaaaaaar y lloraaaaaaaaaaar. A los dos días la paz y el amor se habían disuelto.
Recuerdo que esta la vimos en el desaparecido Cine Orrantia. En 3D. Todo un suceso.
1993 fue un año extraño. Quise irme de mi casa varias veces. Mis padres no me entendían. Había cambiado mis problemas con mis proyectos de novios por líos con mi mejor amiga. Pelearse con la mejor amiga siempre ha tenido un toque dramático en mi vida. Una amiga es prácticamente la mitad de tu cuerpo, quien capta tus problemas antes de decírselos. No tener a quien llamar para contarle problemas o hablar tonterías. No tener con quien ir a tomar helados o caminar por el Parque Keneddy. Era una soledad insípida que hacía que la vida se tornara más aburrida que de costumbre.
Sin embargo, fue uno de los mejores años en lo que se refiere a logros: gané el concurso de oratoria, de frases mínimas, de barras, de canto mariano (bueno aquí quedamos en segundo lugar) y de ciencias. Y por si eso fuera poco, fui escogida Reina de la Primavera por decisión unánime. Cada reina tenía que escoger un talento y yo elegí cantar: Spending my time de Roxette. Sentí aplausos, recuerdo a Silvana Q., Rosella, Mariana T., mi hermana y sus amigas aplaudiendo como locas. Me sentí una diva cantando en el centro de New York. Aunque haya sido sólo las Canonesas de la Cruz en mi querido Pueblo Libre.
                   Que bestia! Cantar esta canción frente a todos, fue uno de los momentos más felices de toda mi vida.